miércoles, junio 7

Banderas y más banderas.¿Por qué nuestra bandera es rojiblanca?

Apropósito de las celebraciones del Día de la Bandera en nuestro país, conmemorando la Batalla de Arica y por ende el valiente heroísmo y sacrificio de Francisco Bolognesi y en menor medida de Alfonso Ugarte (este último merece un artículo propio aparte). Me ha parecido interesante dar desde aquí, un breve repaso histórico al origen de este pedazo de tela tan significativo al que llamamos bandera y que motiva una parafernalia superlativa y el sacrificio de muchas personas a lo largo del mundo.

Si nos ponemos a revisar en Google o en nuestros libros de geografía, veremos que cada país ha decidido representarse a sí mismo mediante una bandera. Mucho más curioso resulta revisar la historia de cada una de estas banderas, encontrando en algunos casos, similitudes regionales llamativas. Por ejemplo, si revisan las banderas del norte de Europa (Islandia, Noruega, Suecia, Finlandia, Islandia, Dinamarca, Islas Feroe y Aland), encontrarán que todas parecen haber sido diseñadas por la misma persona, dado que cada una de ellas tiene una cruz recaída a la izquierda de la bandera, diferenciándose solamente por los colores; y esto se debe a que la Cruz de San Olaf o Cruz Escandinava es un símbolo cultural de cristiandad que conquistó estas tierras desplazando de a pocos la mitología vikinga hasta implantarse totalmente. Otro hecho interesante es el que nos brinda las banderas de nuestros países vecinos de Venezuela, Colombia y Ecuador que como todos sabemos utilizan prácticamente una misma bandera, compartiendo los tres colores que en su momento ideó Francisco de Miranda allá en 1806 cuando se fundaba el extinto país de la Gran Colombia.

Repasando rápidamente el origen de las banderas vemos que, la primera bandera de la que se tiene conocimiento y la cual se encuentra documentada históricamente, apareció en el Imperio Persa durante la Dinastía Aqueménide unos cinco siglos antes de nuestra era, dinastía que por cierto no duró más de dos siglos debido a la invasión de Alejandro Magno allá por el 331 a.E. La bandera representativa de este imperio es la denominada Derafsh Kaviani, bandera que también apareció en el Imperio Sasánida entre los años 224 a 651 de nuestra era, imperio que se desenvolvió en lo que hoy es Irán, motivo por el cual se la considera como la primera bandera de éste país. Posteriormente, fueron las legiones romanas durante el Imperio Romano quienes con el fin de identificarse se representaban mediante el vexillum, la cual era una suerte de estandarte vertical que tenía la imagen de algún animal y que servían tanto para identificar a las legiones, así como para reunirlos en batalla formando vexillationes., o lo que hoy se llamaría destacamentos. Estos estandartes fueron evolucionando de manera paulatina hasta encontrar similitudes con las banderas que conocemos hoy en día. Siguiendo entonces esta natural evolución, la práctica de utilizar estandartes con fines de identificación fue ganando cotidianeidad y pronto se utilizaron para diferenciar símbolos de religiones, clases sociales, instituciones y demás, encontrando una particular importancia cuando el comercio marítimo fue más frecuente, logrando así reconocer las nacionalidades de los barcos desde distancias considerables. Desde entonces, se utilizan banderas para representar casi cualquier grupo social, extendiéndose ésta práctica a lo largo del globo.

Bandera de Derafsh Kaviani.

Ahora, centrándonos un poco en la realidad nacional ¿cómo llegó a ser la bandera peruana roja y blanca? ¿Qué criterio se utilizó para la elección de estos colores? En este extremo, y antes de esbozar cualquier idea, debo aclarar que mi intención no es hacer un ejercicio ocioso de repetición sobre la supuesta inspiración a duermevela de José de San Martín mientras dormía en Paracas, o un repaso sobre las modificaciones de la bandera tanto en 1822, en 1825 o en 1950 con Odría. Lo que aquí quiero es especular de manera breve sobre cuál considero el origen más probable de la rojiblanca que tantas buenas canciones criollas ha motivado. De plano, la versión literaria de Ricardo Palma sobre el sueño de San Martín debe ser rechazada por muy inspiradora que resulte, dado su nulo sustento histórico. Pasado esto, existe una versión bastante curiosa del historiador Mario Felipe Paz Soldán el cual sostiene que San Martín al haber libertado a Argentina y Chile, tomó un color de la bandera de cada país (blanco y rojo respectivamente) y creó la bandera nacional. Particularmente me niego a creer que San Martín quiso ahorrarse el trabajo de pensar y decidió hacer una mezcolanza de banderas ya existentes sin brindarle mayor significación a la nueva imagen de lo que sería el Virreinato del Perú. Además, recordando un poco la intencionalidad del libertador de que el naciente país peruano se mantenga unido a la corona mediante una Monarquía Constitucional, caigo en cuenta que los colores utilizados en la bandera peruana guardan una roja similitud con la bandera de la Corona de Castilla  que en efecto era roja y blanca. Asimismo la disposición de las cuatro líneas diagonales que aparecen en la primera bandera del Perú independiente, innegablemente guardan un parecido al emblema de los ejércitos españoles: la Cruz de Borgoña. Entonces, sí. Sospecho que José de San Martín, le hizo guiños muy fuertes a la corona española para dar a entender cuáles eran sus intenciones una vez finalizada la guerra civil con consecuencias independentistas en el Perú. Se ha sumado a esta teoría, defendida también por Jorge Fernández Stoll, que el rojo representa además del emblema del rey, la Mascaipacha Inca. Sobre esto, la referencia es bastante romántica y le daría cierta prestancia al actual rojo de nuestro símbolo patrio; no obstante no he encontrado referencias históricas sustentadas de que tan informado estaba San Martin sobre la Mascaipacha Inca, y por ende, qué tan importante era para él, rescatar y reafirmar valores indígenas en un conflicto de criollos. Porque sí, la independencia peruana, nunca se trató de independizar a los indígenas peruanos del yugo español. Se trató de un reacomodo de la posición de los criollos ante la pérdida de dominio español en sus territorios de ultramar.

Emblema de la cruz de Borgoña


Antes de cerrar este breve escrito, quiero señalar que mi intención con este tipo de artículos es abrir el debate y no pretender atribuirme verdades absolutas a prueba de errores. Al mismo tiempo, si he caído en alguna imprecisión histórica estoy abierto a corregirla si es debidamente probada. ¡Estamos para aprender! Por último, dejo la bandera peruana siendo portada por Francisco Boza en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos Río 2016. ¡Qué orgullo!

Visto en vivelohoy.com







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